Llegará un día en que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza - Paul Géraldy
Al son de unos fados de Antonio Zambujo, unas mornas de Cesaria Evora y bossas de Thiago Pethit, abro el baúl de fotografías digitales y camino nuevamente sobre esas calles, esas inolvidables ruas de saudade.....
Esos momentos que te quitan el aliento no se los puede llevar el viento. Yo los llamo mis Luzco Fuzco.
miércoles, 16 de mayo de 2012
jueves, 15 de marzo de 2012
Gin Tonic Cerezado
A Alicia siempre le gustaba comerse la cereza de primero…
El frío en ese cuarto oscuro y una pequeña cobija fueron los
únicos testigos de aquella promesa. Aún hoy sólo se fían de sus recuerdos para
revivir el apasionante encuentro con el que tantas noches atrás habían
imaginado sólo en sus sueños.
La luna seguía su curso y se ocultaba con quejumbroso pesar.
Sus cuerpos entrelazados, sentían las pulsaciones nerviosas al sentir la caricia
inclemente del otro; él jugueteaba con su cabello, ella sofocando su
respiración olía su aroma natural, volviendo a sentirlo suyo al menos en aquel
ahora.
Poco a poco las palabras iban siendo sustituidas por un
erotismo onírico cargado de sentimientos encontrados y carencias
almacenadas. Sus bocas se encontraban en un intermitente y mojado beso,
sus cuerpos se degustaban en exaltación de placer, se deslumbraban ante los
nuevos ademanes prendidos de sus sustitutos y se ilusionaban en crear vida con
tan mágica unión.
Erase una vez la historia de dos solitarios con almas
parecidas, reencontrados en un bar atestado de gente. Al calor de unos tragos
de ginebra, su bebida favorita, charlaron por horas hablando de trivialidades,
evitando cualquier tema que dejara expuesto sus sentimientos. Dejando a un lado
la razón dieron paso a la más incrédula forma en que actuara el corazón.
Y culmino con el comienzo para que esta historia no tenga
fin.
martes, 21 de febrero de 2012
Princesa Desnuda
No basta con ser joven. Es preciso estar borracho de juventud. Con todas sus consecuencias. » Alejandro Casona
Con esta alma de vieja que llevo a cuestas, hoy a la entrada de mis 25 años descubro que la edad es un mero reflejo de lo que llevamos por dentro. En uno de estas epitomas de la vida, cuando el pico después del 2 te sacude, recordándote que estás pronta a entrar a la edad en la que te puedes quedar como solterona, indago un poco ese fugaz pensamiento que también pasó por mi cabeza esta mañana.
Alcanzo a entender un poco a las mujeres de mi generación y su impulsivo afán por conocer al hombre de sus vidas de la manera más Shakespiriana posible; de repente pasen la calle sin precaución alguna y un buen mozo caballero las salve de ser atropelladas, se casan y tienen los hijos que siempre soñaron. Entiendo. Entiendo que esta opción es quizás por esa necesidad de amar a alguien sobre todas las cosas, esa especie de seguridad que las anestesie ante los rumores de sus amigas, esa búsqueda de estabilidad que las salve de las tantas dudas existenciales que pasan por su cabeza.
A lo mejor serán felices y tendrán la tranquilidad del buen proceder moral, pero no me satisface esta opción porque no me lleva al éxtasis, porque como buena lectora que soy, preciso de más aventuras en mi historia. Preciso de más sapos para besar para entonces elegir al que quiero convertir en príncipe, preciso de muchos luzcos fuzcos en distintas playas alrededor del mundo, preciso de más dolor para sentirme más humana y escribir como lo dicta este sentimiento.
Hoy con la gracia que me ha concedido la naturaleza, mi belleza de juventud, mi educación, mis pequeños placeres y sobretodo mi libertad para escoger, escojo una vida en la que los años no dicten sentencias, y que cuando las arrugas decoren mi boca, un buen hombre esté ahí para divertirse con mi historia y de paso sellarlas con un beso.
miércoles, 15 de febrero de 2012
El Diario
Kafka decía que al escribir un diario "uno se entera con tranquilizadora claridad de las transformaciones que sufre constantemente", esa clase de espejo que sin reglas ni etiquetas va guardando las huellas de nuestro rastro. El mío me lo trajo mi amiga Penelope de la India, es de hojas recicladas envuelto en dos corchos enigmáticamente tallados; está repleto de historias de ilusión, desamor, miedos, y una que otra travesura.
Debo confesar que al principio le costó como en cualquier amistad que le revelara mis secretos, comencé con códigos de palabras interpuestas para disfrazar hasta lo que me dictaba la mente. Hoy más que nunca la mano que en él se empuña se mueve con más fuerza, desalojando certezas por dudas indiscretas. En cambio ahora pienso lo que voy a escribir aquí, porque quizás la falta de silencio es la clave esencial para comprender la superficialidad a la que nos hemos acostumbrado a vivir.
No es esta una historia del montón, si bien ahora, sólo las bellas locuras se presentan a través del tiempo en otra diagramación.
Debo confesar que al principio le costó como en cualquier amistad que le revelara mis secretos, comencé con códigos de palabras interpuestas para disfrazar hasta lo que me dictaba la mente. Hoy más que nunca la mano que en él se empuña se mueve con más fuerza, desalojando certezas por dudas indiscretas. En cambio ahora pienso lo que voy a escribir aquí, porque quizás la falta de silencio es la clave esencial para comprender la superficialidad a la que nos hemos acostumbrado a vivir.
No es esta una historia del montón, si bien ahora, sólo las bellas locuras se presentan a través del tiempo en otra diagramación.
martes, 31 de enero de 2012
26°
El clima no podría estar mejor en la capital de la Costa Atlántica Colombiana, 26° que se clavan en la piel de un color moreno, 26° que van bien con un agua de coco fría, 26° que sirven de inspiración para canciones de reggae y salsa, 26° que me recuerdan que no hay mejor paraíso que el de casa.
Han pasado dos meses desde mi llegada, todavía no llega el momento para revivir lo no contado en tierras extranjeras, porque por ahora sigo inmersa en este pequeño paraíso que me dio vida; entre fiestas, bienvenidas, matrimonios, playa, sol, caribe y uno que otro inesperado encuentro con viejos fantasmas del pasado, voy aprendiendo a ir de la mano con el tiempo.
El minuto que fue ya no volverá
y el futuro impaciente aguarda mis pasos.
Aún así, me pierdo en el presente,
intentando descifrar mi escensia en el tiempo.. etéreo, etéreo tiempo.
Al final es un mundo al que entré como huesped,
un pedazo de tierra que he tomado prestado
para matizar mis sentidos.
Las palabras se pierden en sonidos distantes,
sólo permanecen como el microfono encendido
de nuestros pensamientos.
El silencio reina, amo de toda virtud.
Me muestra su magia,
y se manifiesta en innegables verdades;
el cielo rojo, calor del sol, la palmera verde..
miércoles, 18 de enero de 2012
Haz lo que amas
Se nos olvida que las horas se acortan, las hojas se llenan y el vaso se acaba.
Este video, realizado por la compañía Holstee, es uno de esos pellizcos que necesitamos de vez en vez, cuando nos dejamos abrumar por las pequeñas mierdas de la vida.
De ahora en adelante prometo dejarme seducir por la sonrisa de un desconocido, por la magia de un árbol moviendo sus ramas, por los miedos que echo a patadas. Viviré, sonreiré, amaré!
Cada minuto es un soplo de razón
una marioneta baila jugando a estar viva
con movimientos involuntarios
como quien da vida.
jueves, 12 de enero de 2012
Y así empezó...
Luzco Fuzco fue la primera palabra que aprendí a mi llegada a Porto, Portugal, era el nombre de un bar al que llegué en mi primer día en tierras lejanas con mi variado grupo de amigos extranjeros. Significa ese momento del día en que no es de día ni es de noche, no hay luz ni oscuridad, no hay principio ni fin, y donde el tiempo parece aquietarse para quitarte el aliento.
Y para que estos momentos no se los lleve el viento, en este blog plasmaré todo aquello que despierte mis sentidos, que me acelere uno o dos ritmos el corazón, para cuando éstos enmudezcan al menos recuerde que no hay por qué temer, otro luzco fuzco vendrá en camino....
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